Froebel, pedagogía y gamificación.

3456Hace unos días, escuché en Expoelearning a un ponente decir que los inicios de la «gamificación» se situaban hace unos 15 años. Concretamente que se inició con el uso de «aparatos» que a tiempo real, en modalidad presencial, ofrecían los resultados de una pregunta en una pantalla. De forma similar a los programas televisivos cazatalentos, donde el público del plató puntúa directamente. Según sus palabras, era el inicio más «antiguo» de la gamificación. Otros, ni tan siquiera marcaban algún origen, lo describían como una técnica que acababa de nacer: una nueva forma de aprender, aprender jugando.

No es mi intención con este comentario realizar una crítica (las ponencias fueron muy acertadas). Mi intención es colaborar, contribuir y ampliar.

Considero que la pedagogía puede contribuir. El juego pedagógico lleva siendo tratado desde hace unos ¿años? ¿siglos? ¿milenios? Pues si, desde hace como mínimo un par de milenios. Ya los griegos, iniciaron las olimpiadas, y establecieron el juego como competición con el fin de fortalecer a sus guerreros. Pero, lo se, el lector está pensando que eso es muy atrás. Vayamos a una época más reciente. Froebel, en el siglo XIX establece el juego como antesala del trabajo. Considera el juego como herramienta para aprender. Dedicará toda su vida a inventar juegos orientados a facilitar el aprendizaje. Después sus discípulos siguieron esta trayectoria, y en la actualidad, muchos de los juegos que vemos en las guardería y colegios son los originales de estos pedagogos, y otros muchos derivados, pero con mejoras tanto por las posibilidades que ofrecen los nuevos avances, como por una amplia bibliografía respecto al juego como herramienta de aprendizaje. Es importante añadir, además, que en su argumentario pedagógico estaba que el desarrollo del ser humano se produce en todos los niveles: infancia, niñez, pubertad, juventud y madurez… Lo decía en 1837.

Pero lo se… aun estamos dos siglos atrás, sin embargo, en estos dos siglos, se ha investigado mucho sobre los juegos, sobre su papel en el aprendizaje, sobre su aplicación en adultos, y un largo etcétera. Froebel solo fue el origen más reciente. Por eso, recomiendo acercarnos a la pedagogía cuando hablamos de e-learning, cuando hablamos de aprendizaje, y por supuesto cuando hablamos de la gamificación. En la pedagogía encontraremos una excelente base. Por ejemplo como inspiración, y como desarrollo de la tendencia actual hacía la gamificación.

Si queremos desarrollar la gamificación, como herramienta de aprendizaje debemos tener presente que no hemos inventado la pólvora. Que ya hay mucho desarrollado, y  considero que el mérito será adaptar todo lo aprendido a las TIC…que no es poco. Pero no partimos de cero, y eso es una ventaja que debemos saber aprovechar.

Para terminar… vamos a añadir una cita de Froebel:

La educación es el proceso mediante el cual una persona desarrolla el ser humano con todas sus fuerzas en completo y armonioso funcionamiento en relación con la naturaleza y la sociedad. Es, además, un proceso similar a aquel por el cual la humanidad en su conjunto se elevó originalmente por encima del animal y continúa desarrollándose hasta su nivel actual. Se trata del individuo, pero también de la evolución universal.

Incremento de la modalidad a distancia: «miedo me da».

Desde hace unos años, con el «boom» de internet la modalidad de formación e-learning ha tenido un crecimiento continuado, menos en la formación bonificada de la FTFE. Dejando a un lado las combinaciones «mixtas», ese crecimiento repercutía sobre las otras modalidades. La modalidad presencial, y  a distancia se reducían mientras aumentaba la teleformación. Era razonable. Además de la manía retahíla de la ruptura de las barreras espacio temporales ¿qué sentido tenía enviar un libro cuando se puede hacer en formato PDF?. Es más, en ocasiones, la crítica era que el e-reading, se camuflaba con el e-learning. Sin embargo, desde hace unos años, tal y como se refleja en en el informe anual de 2012 de la Fundación Tripartita, y algunos anteriores, la modalidad a distancia crece. «La formación a distancia convencional sin apoyo telemático, lejos de perder peso en el contexto actual, alcanza el 18,2% de los participantes que reciben la formación de más larga duración: 56.4 horas como media«. (Informe anual 2012, publicado por la FTFE). No deja de ser sorprendente. La repercusión medio ambiental de imprimir en papel llega a ser un mal menor. Lo más preocupante es conocer los motivos de un desproporcionado crecimiento de una modalidad arcaica y sus repercusiones en el aprendizaje de adultos, y en su formación.

En este primer gráfico podemos observar la evolución anual según cada modalidad en función del número de participantes por modalidad, expresada en porcentajes. Información extraída de los Informes anuales publicados por la FTFE.

En este caso, aunque el crecimiento no parece elevada, se debe observar que desde 2004 a 2012 prácticamente ha doblado su porcentaje.

 

El dato más preocupante es el que se dibuja en la siguiente gráfica. Esta gráfica representa igualmente el porcentaje, pero en este caso en función de las horas de formación. (Observe que no se han añadido los datos de los años 2009 y 2010). El porcentaje de número de horas «A distancia» a supera al número de horas «presenciales»

Tanto la modalidad a distancia como la modalidad teleformación están orientadas a satisfacer una formación no presencial, y si una de ellas permite una fluida comunicación, no sólo de tutor a alumno, sino entre los mismos alumnos, favoreciendo la comunicación y el aprendizaje colaborativo, si la modalidad e-learning permite el uso de estándares de formación, si permite la visualización de material multimedia, la realización de tareas, o incluso aplicar actividades  de gamificación, y además todo puede quedar fácilmente registrado ¿cómo es posible que caiga en desuso? Es dificil encontrar una respuesta. A un pedagogo, preocupado por la eficacia del aprendizaje le cuesta entenderlo. Aun así, todavía me genera más dudas saber que la hora de formación en teleformación se bonifica a 7.5 €, y la hora a distancia a 5.5 €.¿Qué está pasando?

En mi opinión, una de las razones de este rápido crecimiento está justo en las virtudes de control de la modalidad e-learning. Dicho de otra forma, si en e-learning todo queda reflejado, todo puede ser inspeccionado con relativa facilidad (el caso Aneri puede ser un ejemplo). Sin embargo, en la modalidad a distancia, se abusa de un exceso de confianza. Dicho de otra forma, es muy, muy frecuente, enviar al alumno un manual, un examen, y ¡las respuestas a dicho examen!.

Se confía en que el alumno leerá el manual, llamará al tutor si tiene dudas (realmente es el tutor quien llama al alumno en la mayor parte de las ocasiones), y por último realizará el examen, es de suponer que sin mirar (si mira el examen no puede considerarse como una evaluación). Enviará el examen… y si está superado, todo resuelto. Todas las llamadas al tutor deben quedar reflejadas… y con eso ya consideramos que el alumno ha adquirido la formación que pagamos todos. ¿De verdad que estamos pagando entre todos este tipo de formación? ¿pensamos que esta formación es eficaz? ¿pensamos que hay transparencia en este sistema? Debe ser que sí, pues se está incrementando y toda va bien. Se está incrementando el uso del envío de libros o manuales por correo ordinario (39,5% del total de horas de formación) en decremento de una modalidad actual y en constante evolución, como es el e-learning (13% del total de horas de formación) y no pasa nada.

A lo mejor, el argumento es que los alumnos no se quejan. Mucho me temo que el alumno que ve el examen y sus respuestas al lado, hace ese examen sin leer el manual lo envía, y después recibe un título, no se va a quejar. La entidad que organiza el curso y lo factura, tampoco se quejará… es más, incluso puede alardear de los excelentes resultados de sus alumnos (dependerá en muchos casos de si ha copiado correctamente sus respuestas). Cada uno (alumno y entidad organizadora) tiene su trozo de pastel. Se produce un acuerdo no escrito.

Me quejo yo, me quejo por que no se debería  permitir esta modalidad con tanta ligereza. Me quejo de la falta de control en esta modalidad, me quejo de que no se apliquen soluciones: sencillamente habilitar un sistema de evaluación por internet gestionado directamente por la Fundación Tripartita, o realizar el examen de forma presencial por terceros. La Uned en su larga trayectoria de formación a distancia no creo que haya enviado exámenes con soluciones. Eso le ha permitido mantener un elevado prestigio.

Sospecho que el coste de articular medios para aplicar cualquiera de estas soluciones es infinitamente inferior a la fuga de fondos que tenemos actualmente respecto a la eficacia de esta modalidad de formación en la empleabilidad de las personas, o la adquisición de competencias, o todo ese «argumentario» que usamos para justificar la formación permanente.

La continua formación en todas las etapas de la vida es cada vez más necesaria, por eso me quejo, por que estamos abriendo los límites a mercenarios de esta formación. No digo que sea gratis, pero tampoco estoy de acuerdo con que se regale sin aprendizaje a cambio. No nos hacemos ningún bien.

Seamos serios. Busquemos medios para que la formación sea un vehículo más para aumentar la emplea lidiad y reducir el desempleo. Busquemos medios para que la formación mejore nuestra sociedad.